Un micro cuento erotico ojala que lo disfruten Rio Grande: Eran las 11 de la noche, el iba guiando en una carretera conocida para ambos. Recuerdos de una infancia lejana me venían a mente, el me cuenta un chiste. Me rio y le sonrió, la noche esta perfecta para hacer errores y para olvidar los sentimientos complicados que nos atan a ambos. Llegamos a su casa, yo me bajo. Yo me recuesto de la puerta de su carro y prendo un cigarrillo. El me sigue la mirada, yo respiro, el me habla y yo sigo fumando. Ambos inertes por nuestras propios miedos, de repente me muevo y le pongo mi mano en sus pantalones. El se sonroja, mientras sus manos se bajan hacia mis caderas, boto el cigarrillo y le besó el cuello como si estuviera sedienta. Y admito que lo estaba...Sedienta de calor, de amor y llena de lujuria que llenaba un fuego en mi que nada ni nadie podía apagar. Quizás era eso o quizás era él, con su pelo largo negro y sus manos que me volvían loca o sus ojos morenos que me seguían y me encendian. Enredo mis manos en su cabello y nuestros labios se unen, me siento derretir y sin respirar. Atraviesa sus manos debajo de mi camisa, trazando mi espalda y me siento venir. El me sonrie picaramente como si me fuese a devorar...Y yo lo dejaria. El abre la puerta del carro y me empuja adentro. Yo me quito la camisa mientras él me sigue besando, Poco a poco sus labios bajan, de mi cuello, a mi senos, a mi ombligo hasta finalmente me quita los pantalones con su boca. El sigue sonriendo, y yo lo agarro por el cabello y lo beso. Me quito lo que queda de mi ropa y cierro la puerta y como cazadora acechando a su presa, lo empujo al asiento y lo desabotono. Me deshice en su cintura mientras él me navegaba mi cuerpo con sus manos, intentando crear en mi una sinfonía de gemidos y placeres que me llevaban a lugares fantásticos lejanos. Nuestros besos cada vez se hacían más y más urgentes, sus ritmos más rápidos, estaba en fuego. En un fuego tan pero que tan ardiente que me sientia sin respirar, sin pensar, sin pensarlo deje que el fuego me consumiera que me devorara entera hasta convertirme en ceniza.
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Author:Celeste Archives
January 2019
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